- Día 1. Sí cambió, como quien cambia de cortinas.
- Día 2. Dejó de ser lo que yo esperaba para convertirse en alguien a quien yo nunca esperaría.
- Día 3. Se fue, me tiró una cuerda rota y un pañuelo.
- Día 4. Pretendo atar los cabos de su mala cabeza y no mirar los cabellos que me he cortado.
- Día 5. Sonrío, no llorar se me da bien.
- Día 6. Te olvido, olvidar no va a matarme.
- Día 7.
sábado, 19 de diciembre de 2009
7 días no es una semana
miércoles, 9 de diciembre de 2009
lunes, 7 de diciembre de 2009
Sólo un juego
Hay veces en la vida en la que si no comes, te comen. Morder primero, es mejor claro. Otras no te da tiempo de ver el ataque y sobrevives de milagro. Cuando lo haces, malherido, vas con más cuidado.
Algunas personas evitamos el ataque corriendo muy deprisa sin mirar atrás. Huir con los ojos cerrados, no es la mejor opción, pero es una de ellas. Aunque eso conlleve ir a ciegas.
Estaba viendo una película de peleas callejeras y rollos así. Están jugando al rugby y se están dando de palos… Es peligroso tener el balón porque cuando lo tienes es cuando pueden tirarse encima, pegarte de leches y robarte hasta la cartera. Tener el mando de la situación es de temerarios. El protagonista es amateur y le están masacrando, come hierba. Pronto aprende las reglas del juego y es él el que le pasa el balón al contrincante y así le puede dar cañita, juega con el juego. Ha aprendido el significado de tener el mando y también el de cederlo y poder machacar al rival.
En realidad, en mi opinión, controlar la situación no es sólo una cuestión de poder. Correr no es la mejor opción y mucho menos lo es huir.
Algo habrá que hacer..
jueves, 3 de diciembre de 2009
¿Es una amenaza? No, es una promesa
Cuéntame las vértebras
Tengo tanto tiempo…no voy a correr
Arráncame el aroma y quítate la sed
Busca algún motivo para dejarte querer
Tu “pide lo que quieras”, mi “quiero oírlo otra vez”
Mi ombligo y otras mil cosquillas
Dibujarte la piel
Una siesta
La vecina
Una canción me despierta
Quiero ver lo que aún no han pisado…y sentirlo bajo mis pies
Tú, no te vayas