Snorkel era un amigo, pequeñito aunque un poco sucio. Amable y dirigible, era un cuatro ruedas dócil. Un pionero, aventurero, comebaches y quemacarreteras. Se despertaba temprano y a veces dormía muy poco. Perdió alguna pieza en la batalla pero nunca dejó de ser servicial. La extensión del propio cuerpo de su conductor. Me enamoré de su volante y de las manos que lo conducían. El mejor hogar para las huidas y no muy amigo del calor. Vio más de lo que pagó por ver aunque no dijo ni una palabra.
Un gran recuerdo
Porque conozco a una amiga que le ha hecho un epitafio.. NC
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